Ella era muy trabajadora y ordenada, incansable
demagoga pero creyéndose todo lo que exponía, a veces empezaba
hablar en conferencias o debate quedándose sola de verdad, no había
quien la aguantara sabia tanto de lo suyo que tenia que vivir cien
vidas para exponerlo era ta sumamente engreída, que si los
compañeros se la encontraban al subir el ascensor... Subían los
cuatro pisos hasta la oficina a pie.
Cuando llego su nombramiento todos sin excepción se
alegraron, por fin la perdían de vista, sobre todo de oírla.
Tuvo que cambiar de ciudad, dejo al marido en la
que habitaban normalmente y por motivos profesionales, se afinco en
la capital, alquilo un apartamento pequeño con una habitación
salón comedor y baño, que era su delicia haciendo de el su espacio
vital, con los cincuenta y ocho cumplido se sentía joven,
independiente y dispuesta a todo el nuevo cargo no le asustaba, era
muy disciplinada, la organización del trabajo la hacia a principios
de semana, planificando reuniones, leyes , moratorias y memorando con
la pasión de quien escribe una novela romántica.
Vivía por y para el trabajo cuando empezó a
sentir, molestias... picazón, que a veces cuando viajaba en
aquellos maratonianos viajes, se arrascaba tímidamente disimulando
para que el chófer no se diera cuenta.
- Tengo que ir al medico esto no es normal.
El medico le dijo:
- Señora usted lo que tiene no es de gravedad,
pero si de necesidad, tienen que tocarse o que la toquen, la salud
sexual es muy importante y usted la tiene muy descuidada, lubriquese
que esta muy seca y disfrute cuando se arrasque.
Salio de la consulta un poco avergonzada, con lo
perfecta que era la habían cogido en un renuncio, la persona menos
indicada. En media hora salia para Jaén donde pasaría el fin de
Semana en unas Jornadas organizada por su área de competencias, era
la primera vez, en su enmarcada vida que no sabia que hacer.
Llegando a Sierra Morena con un picor tremendo le
dijo al chófer que parara, que la ayudara con el tratamiento.
Por motivos de Salud, excuso su presencia en las
Jornadas.
El
chófer ha pedido excedencia...
El
marido lo lleva bien... En soledad
¿Ella?... Esta estupennnnnda.
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