Cuando era niña me
encantaba jugar al escondite con mi hermana y mis amigos,es un juego
que atrae a casi todos los
niños, tanto pequeños como ya mas mayorcitos mis amigos y yo nos
encantaba jugar en casa de la tía de Alejandro y lo hacíamos de lo
mas elaborado,llegándonos a esconder en los sitios mas inverosímiles
de la casa y del corral. Al ser la mas pequeña mi sitio favorito era
debajo de la ropa camilla o detrás de las cortinas . Me pasaba un
gran rato oculta porque todos sabían de memoria mi escondite y no se
molestaban en buscarme(creo recordar que me comía la merienda ahí
abajo).
Mas de una vez
nos costo la regañina de Doña Encarnita tía de Alejandro.
Recordábamos la otra tarde mi amigo Enrique y yo aquellas tardes de
juegos infantiles, donde las situaciones berlanganianas se sucedían
por el Cautivo a tamaño natural que tenia la tía de Alejandro con
altar y todo presidiendo el primer portal de una casa grande para el deleite
nuestro y de nuestros juegos,las regañinas de la dueña para que no
cayéramos al santo y lo respetáramos, nosotros obedientemente para
seguir jugando cada vez que que pasamos por delante del Cautivo
genuflexion que nos marcábamos con una comicidad ritual de nuestros
años infantiles y la complacencia de una solterona, que adoraba a
sus sobrin@s.
Dicen los expertos
en psicología infantil. Los mejores juguetes son los amigos. Con
ellos poco mas, inventaran las mejores aventuras y se entrenaran en
las habilidades sociales y la negociación.
Cualquier cosa se
puede convertir en cualquier otra, pero hay algunos juguetes que no
pueden faltar por lo menos en la infancia que yo recuerdo, telas para
disfrazarse, muñecos y cosa para la cocina, todo ello lo reunía la
casa de Doña Encarnita.
Doña Encarnita,
doña por ser mayor y Encarnita porque era soltera, entera y con
dinero reunía todos los requisitos que el pueblo de mamá se daba
para vestir santo y ella los vestía.
Se quedo soltera
porque se enamoro de un alforjero trabajador por cuenta ajena en el
campo,pero ella niña bien y con posibles tenia vetado poner sus ojos
virginales en alguien que no le convenía según las estrictas normas
entre ricos y pobres,de costumbres medievales hasta casi entrados los
setentas del siglo pasado,en el pueblo de mamá, le juro al alforjero
de ojos profundo y bien dotado físicamente, que jamas seria de
nadie, si no era de el, se lo dijo en el brocal del pozo, donde broto
su amor y se ahogo por el imperativo del que dirán...
Desde entonces
dedico su vida a vestir santos,de hecho ya sabemos que uno vivía con
ella, regalo de un imaginero, agradecido por los encargos en la
parroquia, que ella generosamente pagaba.
Me recordaba
Enrique los escenarios de nuestros juegos infantiles como solo el
sabe hacer ya que es uno de los coautores de la radionovela “Yeny
del Rocio, una joya en la Marisma” y la inigualable “Los hombres
de Mesa”, basada en un guion original de acción sobre las
aventuras y desventura de unos municipales que cuando llegaban a los
escenarios de los acontecimientos delictivos ya estos habían
prescritos.
Enrique y su genial
sentido del humor me contó como le llego su vocación en una de
aquellas tardes de juegos cuando acercándose Semana Santa , como
todos los niños, imaginaba ser costalero metiéndose debajo del
Cautivo de la tía de Alejandro y sin voz de Capataz fue poco a poco
por aquella casa enorme debajo de la falda del Cautivo, sin ver nada
hasta que oyó una voz que gemía del placer mas absoluto
que decía: -¡Aquí esta tu sierva as tu voluntad conmigo Señor!.
Detras de aquellas palabras Enrique escucho un porrazo sordo y por
debajo de la túnica del cautivo vio a Doña Encarnita tendida en el
suelo en un éxtasis semiinconsciente.
Comprendió que esta
vez la había hecho mas gorda de lo habitual, puso al cautivo en su
sitio.
-¿Y...? -Pregunte.
-Desde entones sentí
su llamada y mi vocación sacerdotal. Uno de los primeros sacramentos
que hice fue a Doña Encarnita en su lecho de muerte la unción de
enfermos Lola pidiéndome un ultimo deseo para que lo cumpliesen sus
sobrinos.
-¿Cual?.
-Lo que tenían que
poner en su lapida “Aquí yace Doña Encarnita Lujan de Lastre que
murió Virgen y no por gusto”
-Noooooo Enrique no es
el ex fraile DJ.