A mi me encanta Caperucita pero mi Caperucita nunca fue
roja, ni la engaño el lobo, ni le llevaba a su abuelita la merienda, Caperucita
tenia mucha mala leche, explotaba a el lobo, contrato a una peruana sin dar de
alta para que cuidara a su abuelita, mientras ella se marchaba de sophin y
se enredaba a un canadiense, con el que hizo algunos negocios, lo
dejo arruinao y creo que era el supuesto leñador, que perseguía no al lobo,
sino a ella, por manipuladora y estafadora, habiéndolo dejado con lo puesto.
Lo único
cierto del cuento es que llevaba una capa roja monísima de loewe, la canastita
era en realidad un bolso exclusivo de Luis Vuiton.
Si se
sentía perseguida por el lobo, no era para comérsela, tenia problemas
bucodentales y visitaba con asiduidad al dentista, cierto es que lo tenia loco
la capa roja que ella le enseñaba la muy mala, a modo de
capote citándolo para que envistiera, a él le gustaba la capa pero no
estaba tan loco como para liarse con Caperucita.
Como
el bosque era espeso y suyo (de Caperucita) lo arraso, talo los arboles, extermino
a los animalitos, haciendo un campo de golf y secó el rio que pasaba por allí,
regando el césped...
Las ardillas la denunciaron por prevaricación, ya que al cortar
los arboles la desahuciaron dejándola sin hogar, los pájaros le hicieron una
protesta, cagandose en su monísima capa, los siervos se metieron de ocupa en la
casa de su abuelita, las hormigas hicieron túneles subterráneos jodiendole el
campo de golf, los peces del rio mutaron porque ya sabemos que la supervivencia
hace cosas muy extrañas, el cazador canadiense se fugo con la peruana y anda descifrando
el calendario maya. El lobo lavo la capa y con ella puesta anda de colaborador
en “sálvame de esta vida que de la mía me salvo yo”.
Y ustedes me preguntaran
¿y Caperucita? … ese… es otro cuento.